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Muchas mujeres desde distintos rincones han levantado una bandera de resistencia a economías extractivistas y patriarcales las cuales han despojado a los territorios y sus habitantes de los bienes comunes. Algunas incluso han perdido la vida por hacerlo, Macarena Valdés Muñoz fue una activista ambiental de la comunidad mapuche Newen de Tranguil (comuna de Panguipulli, Región de los Ríos) que lideró junto a su familia la lucha contra la instalación de la central hidroeléctrica a cargo de la empresa austro-chilena RP Global en el río Tranguil.

El 2016 Macarena fue encontrada muerta en su casa en extrañas circunstancias, en aquel entonces el Servicio Médico Legal declaró su muerte como un suicidio, pero los posteriores peritajes derribaron esta tesis, comprobando lo que sus familiares declararon desde un principio, la posibilidad de que Macarena había sido asesinada. Hoy a cuatro años de su muerte, su compañero de vida Rubén Collío sigue pidiendo justicia en una investigación que no ha estado exenta de irregularidades.

Desde que el documento oficial emitido por el Servicio Médico Legal concluyó en primera instancia que la causa de muerte de Macarena había sido “asfixia por ahorcamiento”, su comunidad y familiares al no estar de acuerdo con este análisis, han luchado por esclarecer el caso y encontrar a los responsables de su muerte. Para esto han tenido que recurrir a expertos como el médico forense Luis Rabanal quien realizó una segunda autopsia y trabajó junto a la doctora Carmen Cerda (directora del Departamento de Anatomía y Medicina Legal de la Universidad de Chile) efectuando un estudio hispatológico, llegando a la conclusión de que la víctima estaba sin vida al momento de ser colgada.

Misma conclusión a la que llegó posteriormente el perito británico John Clark quien también descartó el suicidio como causa de muerte e indicó que hubo negligencias en la primera autopsia realizada, en un informe entregado a Fiscalía a finales del 2019. A pesar de los análisis y estudios científicos contundentes entregados por estos expertos a la Fiscalía, Rubén Collío señaló que no existe una intención de investigar por parte de este organismo. “Eso es lo que yo he sentido, esa es mi percepción que la Fiscalía se ha dedicado a tratar de desmentir lo que nosotros decimos más allá de investigar, porque no veo que haya una intención de investigar, por el contrario, lo que quieren es cerrar el caso lo más rápido posible”. A su vez han ocurrido una serie de negligencias y graves errores que han acompañado el curso de este caso. “Estuvieron perdidas las fotografías de la primera autopsia, también el informe que señalaba presencia de ADN de otra persona en la cuerda y la pericia de la doctora Carmen Cerda con el análisis hispatológico estuvo desaparecido de la carpeta investigativa casi un año”. Mencionó Rubén.

Al preguntarle a Rubén si han existido respuestas por parte de la Fiscalía en cada instancia en la que han ocurrido estas irregularidades, comenta que el organismo no ha manifestado respuestas contundentes al respecto. “Cuando se perdió el informe de la doctora Carmen Cerda dijeron que hubo un error al fotocopiar y sumaron a la carpeta investigativa la fotocopia del análisis sin la parte más importante que le da sustento científico para decir que Macarena estaba muerta cuando la colgaron”

Actualmente se encuentran a la espera de la carpeta investigativa para conocer el estado del caso. “Seguimos sin avance, no ha pasado nada desde que entregamos estos informes. Hace un par de semanas solicitamos copia de la carpeta investigativa y aún no nos la entregan y con la pandemia todo es mucho más lento, asique no sabemos cuándo nos darán la información solicitada para “fiscalizar” de alguna manera qué es lo que han hecho, ser algo así como los fiscalizadores de los fiscalizadores, tenemos que ir viendo qué avances hay para de alguna forma nuevamente tratar de orientar o empujar una u otra acción con las abogadas, ellas deciden qué es lo más conveniente”, manifestó Rubén.


Hoy Rubén junto a su familia y comunidad piden justicia y que los organismos a cargo del caso realicen su trabajo. “Yo no he pedido nada de otro mundo durante estos 4 años, solo hemos pedido que trabajen, nada más. No les estoy pidiendo un favor, hay una policía de investigaciones que tiene que investigar. Nosotros ya demostramos científicamente que a Macarena la asesinaron, ahora ellos tienen que hacer su trabajo porque no puedo llevarles de la mano al asesino con una carta de confesión”.


Por Macarena Valdés y todas las mujeres que, tanto en América Latina como en el resto del mundo, han perdido la vida en esta lucha por la protección del agua, sus cuerpos y sus territorios.


Justicia para Macarena