Nuevamente nos reunimos a conmemorar el Día Internacional de la Mujer. Nuestras cámaras son escudo y memoria, disparamos para retener un momento que sabemos se quedará grabado en la historia: una marcha masiva y rebelde, que no obedece los mandatos del encierro.
Nos reunimos contra las imposiciones, en un acto que sobrepasa la desobediencia y nos transforma buscando el amor, el encuentro entre compañeras que nos hace sentir protegidas. Nos reunimos para exigir nuevamente justicia, verdad, equidad y tantos otros temas importantes, que hoy significa para nosotras la diferencia entre nuestra vida o la muerte. Nos reunimos porque no queremos más femicidios, porque decimos alto a la violencia patriarcal. La multitud se abre paso cortando el tránsito con convicción. La huelga feminista va y se escucha fuerte, en Valdivia y Puerto Montt, paralizamos las calles porque juntas somos mas fuertes.
Por medio de nuestras fotos hablamos y existimos.
Seguiremos contando esta historia hasta que las cosas cambien. Es por eso que decidimos hacer un archivo de las conmemoraciones y manifestaciones durante #8M 2021, reuniendo registros de compañeras del sur de Chile y creando así esta galería colaborativa.
Marcha #8M convocada en Puerto Montt.
Fotografías por Maria José Acuña (@coteacu)
Fotografías por Antonia Godoy (@agys)
«Las primeras fotos que tomé en modo manual fueron en marchas y cada marcha que pasaba mi ojo fotográfico se pulía cada vez más, mejorando, a mi percepción. El 2020 asistí por primera vez a las jornadas del 8M como fotógrafa y la experiencia fue hermosa, sobre todo ver a todas las otras chiquillas que igualmente se dedican a esto, porque a veces se siente como que una está sola en un club de Toby.
Con todo el tema de la pandemia, los recuerdos de esa últimas marchas el 8 y 9 de marzo de 2020, sentía que no podía perderme la oportunidad de participar este año, porque no hay nada mejor que inmortalizar a las chicas cuando se sienten libres y seguras», expresa la fotógrafa Antonia Godoy tras hacer registro en Puerto Montt.
Intervención colaborativa en Valdivia
En Valdivia las convocatorias e intervenciones fueron diversas y durante toda la jornada. Compañeras anónimas se unen bajo un gran lienzo y reclaman: «Bajo el contexto de dictadura pandemil represora, se realizó una acción, en algunos lugares de ainil (valdivia) para visibilizar, denunciar la represión, el extractivismo y las muertas. Resistimos y maldecimos con de la tierra desde el territorio».
Intervención «8M Andino» en Humedal Angachilla, Valdivia. Fotografías por Constanza Rutherford (@Coniferasss)
«Conectamos de forma muy bella y fluida con este grupo de musicas y cantoras. En la previa a la intervención, nos trenzamos, prestamos vestimenta, maquillamos etc, todos estos hechos hicieron que conectáramos desde otras esferas espirituales y pudiéramos desplegar una propuesta escénica gozosa que tuvo dos principales misiones: dar fuerza y resistencia a un territorio que está en peligro como lo es el humedal Angachilla y en segundo visibilizar la lucha feminista en las calles», indicaron las integrantes del colectivo Ayllu Ainil, quienes junto a músicas independientes del Ainileufu y cantoras del ainil pudieron integrar nuevos instrumentos y voces a su propuesta, llevando así esta intervención a un espacio que ve su flora y fauna amenazada por el avance de la urbanización.
El Colectivo Ayllu Ainil nace de forma autogestionada ante la necesidad de danzar ritmos interpretados en el territorio altiplánico. Sus integrantes se movilizan en base a la cosmovisión andina para levantar, transmitir y visibilizar luchas relacionadas con la naturaleza, territorio (entendiendo también lxs cuerpxs como territorio) y derechos humanos. La intervención presentada el 8M en Valdivia es una danza proveniente de un ritual andino que se llama TINKUY, que se traduce del quechua como encuentro. En este ritual las comunidades (ayllus) se enfrentan a golpes para arreglar acuerdos, de esta manera, derramar su sangre con abundancia representa un sacrificio u ofrenda para la pachamama, para que en ese año la cosecha sea abundante. «Para nosotrxs el tinkuy representa entre otras cosas conexión con la pachamama, fuerza, ofrenda y resistencia», expresaron desde el colectivo.
Marcha #8M convocada en Valdivia.
Fotografías por Camila Cortéz (@a.urtiste_)
La marcha en Valdivia para muchas significó el encontrarnos nuevamente con compañeras y amigas que no veíamos hace más de un año de encierro, abrazarnos, sentirnos, y agradecer. La reunión prevista en diversos momentos fue opacada por la represión, la brutalidad de sentirse perseguida por exigir nuestros derechos hacia pensar en la dictadura que vivió nuestro país, y que hoy parece resurgir con el gobierno de Piñera. Pero pudimos salir airosas cambiando nuestro recorrido, pisando fuerte en las avenidas, cambiando el rumbo de la historia.
Las niñas fueron las protagonistas acompañando a su hermanas, madres, amigas y abuelas en este hito que nos une. Las mujeres del mañana son las niñas de hoy y tienen mucho que decir. La violencia patriarcal es transversal a toda nuestra vida y sabemos que no termina con la pandemia.
Este 8M levantamos carteles y conjuros, porque ya no callamos. Nunca más tendrán la comodidad de nuestro silencio.Porque queremos que nos respeten, nuestro cuerpo, nuestra elección. Nuestra decisión de proteger nuestro primer territorio.
Fotografías por Valentina Cano (@ranocano)
Resistir y germinar como bosque nativo, en la defensa de nuestra Tierra de las empresas, de las inmobiliarias en la costa, de las forestales en los cerros. Porque hoy somos las brujas que transmutamos en el fuego y exigimos venganza, ya no soportaremos más ser parte del linaje de los machos genocidas.
El Colectivo Ayllu Ainil, junto a músicas y cantoras, mantuvieron el paso con música y danza durante toda la marcha en Valdivia. Se entonaron 3 canciones; Sumaj awaq karmi, que se traduce del quechua como buena tejedora, es una canción de Luzmila Carpio, dedicada a las mujeres andinas que no sólo tejen abrigos para sus seres queridos sino que también la esperanza de un mañana mejor. La segunda canción fue Camino de vuelta, de Camila y Silvio, cantautores chilenos emergentes quienes constantemente aportan al folklor, y que además, colaboraron en la interpretación de esta bella canción que representa fuerza y fortaleza en el tinkuy. Por último, se elegió Señora chichera, de Inti Illimani, en su versión modificada por el grupo Bissuara, pudiendo integrar más voces armónicas.
Fotografías por Reichel (@adicta_altomaco)
Por eso este 8m florecemos más fuerte y en unión con nuestras compañeras mapuche, trans, migrantes, y todas quienes se sientan convocadas. Construiremos un nuevo linaje en unidad, porque hoy somos mas y gritamos más fuertes, somos miles, libres y salvajes.
Estamos vivas y no sabemos hasta cuando, porque ya no le tememos ni al machismo , ni a la pandemia. No tenemos culpa, ni pediremos permiso.
Fotografías por Araceli Badillo R. (@galaxia_eterna)
«Un 8M distinto, un contexto complejo que lo cambiaba todo. Por un momento dude si realmente se realizaría, pensaba en la poca convocatoria que podría tener la marcha; sin embargo al llegar al punto de encuentro, hermosa fue la sorpresa, ver como a pesar de todo estábamos ahí reunidas, con el mismo sentimiento de unión de siempre. La cuarentena y el distanciamiento no seria un impedimento para concretar el tan esperado aquelarre, que como todos los años, en un momento de encuentro, donde la rabia, el amor, la unión, la tristeza y la esperanza, se reúnen, haciéndose un solo sentir en todas las compañeras que caminan junto a ti, entregándote el apañe y refugio, bajo la consigna: ‘si tocan a una, respondemos todas’ «, expresó la fotógrafa Araceli Badillo R.
Fotografías por Catalina Carter (@Catartttt)
Fotografías por Fabiola Pontigo (@Fasiola)
«Por eso este 8m florecemos más fuerte y en unión con nuestras compañeras mapuche, trans, migrantes, y todas quienes se sientan convocadas. Construiremos un nuevo linaje en unidad, porque hoy somos más y gritamos más fuertes, somos miles, libres y salvajes», expresó la fotógrafa Fabiola Pontigo.